«Cuidando nuestro sol interno. El fuego de nuestras entrañas»

Buenos días a todos y feliz invierno. Los rayos de luz dorada que aparecen en los días soleados de invierno calientan nuestros corazones y nos elevan el ánimo. En el post de hoy vamos a hablar sobre nuestro fuego interno, y como se resiente y se desgasta con el frío del invierno y con ciertas actitudes.

Nuestro tercer chakra, situado alrededor del ombligo es como un pequeño sol interior, un fuego, un horno perfectamente diseñado para dar la chispa y el impulso para vivir y manifestar en la materia todo lo que somos a través de nuestras creaciones a todos los niveles. Este horno, este calentador va a ser el que digiere todos los alimentos que ingerimos en la vida, y por alimentos nos referimos no solo a la comida sino a todo lo que absorbemos en la vida, situaciones, pensamientos, emociones, relaciones e interpretaciones de la realidad. Es en este centro de fuego donde se van a gestionar y digerir nuestras emociones, así como los nutrientes que ingerimos.

En la vida podemos elegir alimentos saludables que nos nutren y nos hidratan y mantienen nuestro cuerpo sano o podemos elegir intoxicarnos, con exceso de azúcar grasas, y sustancias que sobrecargan nuestro hígado. De la misma manera podemos crear y elegir ambientes sanos y cultivar relaciones saludables basadas en el amor y respeto mútuo o podemos participar de escenarios y relaciones tóxicas donde pretendemos que los demás encajen en las imágenes mentales que hemos proyectado en la vida, o pretendemos encajar en los moldes de los demás, en lugar de ser nosotros mismos y aceptar y amar a los demás tal como son y a nosotros mismos.

A menudo pensamos que nuestra infelicidad se basa en lo que los demás hagan o dejen de hacer, eludiendo así darnos cuenta de que llevamos las riendas de nuestra vida y de que sólo nosotros podemos hacernos daño. La felicidad, la paz y la completud no son una quimera, no son el grial de un largo camino. La paz y el amor están dentro de ti desde siempre. Elegir esa paz significa dejar de creer en esas proyecciones mentales que nos hacen pensar que somos necesitados y carentes. Significa recordar que todo lo que necesitas está en ti.

El fuego del tercer chakra puede ser un incendio abrasador cuando nuestras emociones se desbordan y nos vemos inmersos en películas donde dejamos de ser el «ser» que somos y nos convertimos sin darnos cuenta en «actores», nos enganchamos en los roles de la » victima» y «verdugo» proyectamos escenarios donde sentimos que los demás nos hacen daño, y atacamos en consecuencia. O nos enganchamos en ser los «salvadores» y creemos que debemos explotarnos a nosotros mismos para que los demás salgan adelante, dejando además de respetar el espacio de los demás para guiar su propia vida.

Todas estos escenarios intensos que atraemos y creamos desde nuestras proyecciones, por las ideas y creencias que tenemos respecto a la vida y a nosotros mismos, nos llevan a jugar entre nosotros una y otra vez estos papeles melodramáticos donde nuestro fuego se incendia y el resultado es el sufrimieto y el desgaste innecesarios de todos los participantes.

Este fuego interno nuestro a menudo está casi apagado, lleno de cenizas de tanto desgaste, y lo que manifestamos es el resultado de esa quemazón cuando vivimos en continua desconfianza y miedo hacia la vida y hacia los demás, sin darnos cuenta de que los demás están igual que nosotros. Cada uno sufriendo por su propia película mental, desconfiando de lo que le rodea y anhelando el amor que nosotros mismos nos hemos negado, y que a pesar de todo siempre esta ahí, puesto que es nuestra naturaleza.

Nuestro cuerpo físico es una imagen de lo que somos, un instrumento para comunicarnos, y de la misma manera refleja todo ese fuego y esas llamas del mundo del sufrimiento y de la proyección. El tercer chakra encierra dentro de sí nuestro aparato digestivo, que necesita un caldero para poder digerir y transformar los alimentos que ingerimos en nutrientes aprovechables que van a mantener sano nuestro organismo. Cuando ese caldero está agotado la digestión se hace pesada, lenta, y a menudo se manifiesta en gastritis, acidez de estómago y/o las úlceras como resultado de ese fuego abrasador.

En este post voy a dar algunos consejos saludables para ayudar a estas digestiones desde la alimentación, las plantas medicinales y los aceites esenciales, pero lo más importante es empezar a observarse, empezar a mirar quién es el que tiene miedo, cólera, tristeza y soberbia. Es nuestro ser? o es un rol al que nos hemos enganchado, un personaje, un disfraz. Debemos decidir si vamos a dejar que sean personajes y disfraces los que dirijan nuestra vida y nuestra visión del mundo o vamos a permitir que sea nuestro «ser» autentico quien valore cada situación y tome cada decisión de nuestra vida. Nuestra verdad la lleva escrita nuestro verdadero ser. Aquel que se está sanando no es aquel que deja de proyectar miedos , aquel que se sana es quien aún pensando en miedos y en tristezas, su verdad está por encima de todo.

En invierno nuestro fuego interior se resiente y se hace más necesario cuidarnos y poner atención a nuestra alimentación. Las comidas frías como ensaladas no son lo más recomendable, en cambio las sopas nutritivas como las de miso o los caldos van a ayudar a recuperar nuestro fuego interior saludable. Nos ayudará mucho la cúrcuma y el gengibre a elevar esa energía calorífica y ayudar a poner en marcha nuestro metabolismo aletargado en estas fechas. Las plantas como manzanilla, hierba luisa, anís verde y estrellado para los gases, el regaliz, malvavisco y gengibre para la acidez y el boldo para ayudar al hígado, pueden ser buenas aliadas como postres en estas fechas.

Tras las comidas copiosas de navidad a menudo se hace necesaria un poco de depuración pero no deben ser depuraciones extremas, puesto que en los meses de frío no es nada recomendable, simplemente permitirse comer menos cantidad, cenar poquito o nada, estar unos días con dietas bajas en grasa y con abundantes caldos depurativos nos ayudará a recuperarnos de la sobrecarga navideña.

El arroz integral, el mijo, la quinoa nos ayudarán a dar una energía nutritiva restauradora, junto con pequeñas cantidades legumbres como las lentejas, garbanzos, frijoles o azuquis. Basta con un puñado de legumbres cocido y colado al día, para enseñar a tu cuerpo a digerirlas correctamente. La lenteja roja en concreto serña una muy buen aopción para aquellos que más nos cuesta digerirlas. Las algas, como wakame, kombu o espagueti de mar, nos darán una buena dosis de minerales, basta con añadir un poco a los caldos y comidas y las ciruelas de umeboshi nos restaurarán también el equilibrio además de ayudarnos con la acidez de estómago.

Las verduras como la cebolla, el boniato, la calabaza, la zanahoria, las espinacas, las acelgas, nos van a dar la dosis de carbohidratos que de verdad necesitamos. Si eres una persona que continuamente necesitas dulces de pastelería, pregúntate si comes suficientes verduras de este tipo, olvidamos que son estos alimentos junto con las frutas de temporada los que nos aportan la dulzura que nuestro cuerpo y mente necesitan. Las manzanas al horno con canela y vainilla natural pueden ser un tesoro para disfrutar y sanar.

No soy partidaria de prohibir nada en absoluto, pues pienso que la sanación solo puede venir del verdadero deseo de atraer la salud a tu vida, pero es bueno saber que un exceso de harinas, azúcar de mesa y lácteos puede contribuir a lo que en Medicina China llaman «calor-humedad». Imaginad por ejemplo que cocinamos queso con harina en una sartén, imagina el resultado pegajoso adherido a la sartén. Ese fue el ejemplo que utilizó mi profesor de dietética energética en Medicina China Li Zi Shin para explicarnos cómo nuestros intestinos se colapsan con el exceso de estos alimentos, derivando en problemas variados intestinales como intolerancias, estreñimiento, diarreas, y como resultado afectación a largo plazo de múltiples sistemas. El intestino se inflama y sus poros se dilatan, se conoce con el nombre de » síndrome del intestino permeable» y lo que conlleva es que en su función de filtrar los nutrientes hacia la sangre y los tóxicos hacia ser desechados, ocurre que la dilatación del poro permite que pasen a sangre muchas sustancias que deberían haberse desechado. Ello provoca una sobrecarga y estrés en el sistema inmunitario y nervioso, que se traduce en problemas en la piel, alergias respiratorias, intolerancias alimentarias, disfunciones endocrinas y enfermedades autoinmunes.

Esta alimentación alejada de la intuición natural nos sobrecarga y nos desgasta de la misma manera que lo hace ese despliegue desorbitado de emociones, como resultado de identificarnos con nuestros «personajes» en lugar de identificarnos con nuestro «ser»

Elegir el «ser», la verdad de lo que somos, el aquí y el ahora, es la llave.

Aceites esenciales que pueden ayudarnos a transmutar y armonizar las emociones, y digerir los alimentos, pueden ser los cítricos como el limón, el pomelo y la bergamota, siendo esta última tambien muy útil para elevar el estado de ánimo. Nos ayudarán mucho la lavanda, el espliego, la salvia el romero, la menta y la ruda, para limpiar y arrastrar negatividad y bajas frecuencias, elevar nuestra vibración, y trascender cualquier vivencia. Y nos ayudarán todas aquellas prácticas que a cada uno de nosotros nos funcionan para conectarnos y recuperar el centro. Un paseo por la playa o por el bosque un baño caliente, una noche de baile, cantar, correr, rodearse de animales, esculpir, pintar, jugar….cada uno sabe o debe explorar qué cosas nos ayudan a recordar quienes somos.

En esos rayos de sol que nos abrazan en nuestros inviernos, acuérdate de disfrutar a la luz de tu presencia.

20 comentarios de “«Cuidando nuestro sol interno. El fuego de nuestras entrañas»”

  1. Es muy interesante todo lo escrito tomo nota haber si logró cambiar algo de mí aunque a veces cuesta mucho tengo poca constancia empiezo y luego no sigo .

    1. Hola Mari Carmen, muchas gracias por tu comentario, a todos nos cuesta cambiar hábitos y adquirir nuevas constancias, es todo un trabajo donde soltar es la premisa y el amor la fuerza que impulsa.

  2. Me ha gustado mucho la manera de explicarlo.
    Realmente el estado de ánimo hace que nuestro cuerpo también se resienta .
    Muchas gracias por tu bloc.

  3. Pues me ha encantado saberlo , desconocía ése punto ..!!!
    Enhorabuena porque está súper buen explicado y me ha resultado muy interesante Sílvia..!!!

    1. Hola angie muchas gracias por tu comentario y por dedicar tu tiempo a leerlo, soy muy nueva en el mundo de las redes y webs y estoy viendo ahora los comentarios de hace mucho tiempo, lamento haber tardado tanto en contestar. Un abrazo grande

  4. Un post muy interesante e instructivo. Felicidades Silvia! Me quedo con todos tus consejos. Pero tengo una pregunta: los aceites esenciales los podemos oler directamente o aplicarlos en el tercer chakra diluidos con aceites vegetales? Mucha suerte con tu blog, me mantendré expectante al siguiente post. Besitos!

    1. Muchas gracias por tu comentario, los aceites siempre los aplicaremos diluidos a razón de unas 10 o 20 gotas por 10ml de aceite vegetal preferentemente ecológico. Los aceites esenciales deben ser quimiotipados para asegurar su efecto terapéutico, muchísimas gracias por la aportación y por la pregunta Y muchísimas gracias a tod@s por vuestros comentarios.

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